lunes, enero 12, 2009

Causalidades.

Y aquí yo otra vez con ésta gran inocencia de creer en lo increíble,
de cuestionarme lo incuestionable,
de querer sentir sin tocar,
de querer mover cielo, mar y tierra.

Todo, para estar ahí.
Para volcar el tiempo.
Para crear un momento,
para estar completo.

Para decir con el corazón,
con una insignia de amor,
lo que ya no se puede decir,
al menos no con palabras.

Porque ahi son palabras que ceden
a melodías del viento y miradas,
de esas que atraviesan el ser,
para desgarrar el alma.

Nadie más te lo tenía que decir,
no asi, nadie más que yo.
Aquella vez.
Lo se. Lo sabías.
Las vueltas que da la vida.
Y vaya que sí, casi me salgo de la curva.

Y ahora éste es mi espacio,
mi único espacio,
donde no hay tiempo ni lugar,
solo letras,
de esas que duran y perduran,
para siempre.

Aún asi, se que ya existe. Si.
En nuestros mundos infinitos,
en nuestros universos paralelos,
las posibilidades también son infinitas,
y esa historia existe, en algún lugar,
dentro y fuera de mi.
Solo que todavía está por vivirse, aquí.

Por lo pronto asi es,
asi será hasta entonces,
ahi sigue naufragando,
sin costa, sin horizonte,
ese sueño que persiste,
que navega con tu hermosa sonrisa,
tratándo de decirme ese algo,
que ahora ya sé.

Algún día tendré la dicha,
mientras tanto,
aquí seguiré cuestionando,
y así también,
con la misma inocencia,
creyendo en lo increíble,
ya que irónicamente
lo increíble de todo ésto,
ya sucedió...

"Tantos siglos, tantos mundos, y coincidir..."

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